Confidencial & Editorial
Servirle al país y no servirse del país
Ser funcionario de Estado es privilegio elevado, es honrosa distinción que otorga una nación, y a él solo deben llegar los de conducta ejemplar, hombres de gran rectitud, honestidad y virtud, inmunes a la tentación, avaricia y corrupción, pero hombres de esta condición, son especie en extinción.